La mayoría de nosotros nos dimos cuenta que la pandemia de la Covid-19 iba en serio cuando las grandes marcas empezaron a retirarse del Mobile World Congress… y más aún, cuando se canceló. En estos meses hemos aprendido a integrar a nuestra vida cotidiana a nuevas realidades, como el teletrabajo, las conferencias por zoom, las mascarillas, el gel hidroalcohólico… ¿pero ¿qué pasa con los eventos? ¿deberían de hacerse todos de forma virtual? ¿hay otras fórmulas?
La tendencia, hoy en día, apunta a un nuevo modelo de evento, el denominado evento híbrido, en el cual una parte de la audiencia acude presencialmente, mientras que la otra, se conecta de forma virtual. Esta posibilidad cambia cómo habíamos entendido el sector e implica nuevos retos asociados, como la forma de gestionar la parte relacional y el networking; cómo mantener el engagment de la audiencia; si hacen falta nuevos expertos y, algo básico, si el retorno de la inversión es medible o si son rentables.
El paradigma es nuevo y es necesario adaptarse. Un evento presencial tiene un número limitado de asistentes, pero de forma virtual, muchos más están dispuestos a conectarse y participar, algo a lo que ya nos hemos habituado por la experiencia de estos meses. Entonces, está claro que necesitaremos especialistas, dinamizadores capaces de enamorar a esa audiencia, de captarla y mantenerla entre nosotros. Porque no se trata de que los asistentes virtuales sean meros espectadores, sino participantes, en un proceso bidireccional y omniperfil.
Además, para relacionarnos, habrá que crear nuevas formas de hacer. Algunos han experimentado ya las plataformas digitales que ponen en contacto, a través de inteligencia artificial, a participantes interesados, antes y después de un evento. Si bien, el networking parece más complejo, será necesario trabajar para conseguir un resultado eficiente.
Y sobre cuál es la rentabilidad de un evento híbrido, seguramente, esta sea más grande respecto a la de un evento tradicional, ya que además de poder llegar a más personas, se reducen los costes de desplazamiento, alojamiento y dietas. El evento híbrido también afectará a otros sectores, quienes a su vez tendrán su propio reto para ser más creativos y competitivos.
No obstante, y si lo pensamos bien, en el fondo, un evento híbrido puede implicar la misma base que cualquier otro evento: tener contenido de calidad y presentarlo de forma atractiva para que se cumplan los objetivos, será la clave del éxito. Cumplir los objetivos siempre es la clave del éxito.